Desde el Solimar, conocen desde hace años la situación. “Necesitamos una profesionalización de las mujeres en el deporte. Nos centramos mucho en cómo conseguir que las deportistas de alto nivel tengan empleo, algo que no solo es económico sino también social, que puedan dedicarse plenamente al deporte, como pasa en con los hombres en máximas categorías en casi todos los deportes”, defendió Fernando Serra, directivo del club de hockey.
Instalaciones
Además, Laura Tuero denuncia que no haya habido avances en dos obras necesarias para el fútbol gijonés: la reforma del campo del Mortero, en Santa Bárbara, proyecto prometido en 2019, ni en la instalación de iluminación en La Cruz, de Ceares, este último lugar de entrenamiento y competición del Ceares y el Gijón Femenino. “En pleno invierno, no están pudiendo entrenar en él, ya que anochece muy temprano y los horarios de los partidos también se supeditan a la luz”, explicó. Las demandas del Gijón Femenino son muchas, pero lo más preocupante es que son antiguas. “Nosotros llevamos tiempo pidiendo lo mismo: iluminación en el campo, un campo de uso preferente para el fútbol femenino y el tema de subvenciones, porque estamos en inferioridad de condiciones con nuestros rivales de otras comunidades autónomas”, explicó Manuel Gómez, directivo de este club.
La portavoz lamenta que nada se sepa de la propuesta de la coalición morada y verde aprobada al inicio de mandato para elaborar un plan de instalaciones deportivas: “Es una herramienta de gestión deportiva que nos daría los pasos para que todos los equipos de base y los que están ya compitiendo a alto nivel tuvieran cubiertas las necesidades tanto para entrenar como para competir”. Una reclamación a la que se suma el Solimar, que tras años en la élite, no ha visto mejoradas las instalaciones para afrontar la temporada. “Vemos que el proyecto del pabellón de La Calzada no es el que se venía reclamando, porque en Xixón no tenemos pabellones de medio aforo, sobre 500-600 espectadores”, explicó Laura Tuero.